"Hace una veintena de años, más o menos, Fogwill incluyó en Pájaros de la cabeza un relato en donde aparecía un Laiseca hecho personaje que estaba en pleno proceso de escritura de una enorme novela de más de mil páginas. Más tarde, el auténtico Laiseca publicaría Los Sorias, con sus más de 1300 páginas que todavía no leí.
Pero siempre conservé una imagen fuerte de ese Laiseca de ficción y su tour de force, la única que me quedó de ese cuento. Me quedé con el mito de las mil páginas; no sé si vos, pero más de una vez me encontré con alguien, o alguien que conocía a alguien, que estaba escribiendo "una novela de mil páginas". Batir los récords de Joyce, de Melville, desafíos de ese tipo. Me fijé en eso, como me fijé también en otras tonterías como, por ejemplo, la que aparece a veces en la profesión de bajistas que, cansados de ser soporte, sueñan con armar una banda con dos bajos. Tengo un texto experimental, por ejemplo, El infame ¡Ay!, al cual le aumento o disminuyo páginas con un proceso artificial; actualmente tiene 2500, y si quiero las duplico o decuplico."
"Una ultraficción que pone en crisis, que hace interrogar sobre la puta naturaleza de la escritura", entrevista completa de Santiago Llach a David Wapner.
sábado, 3 de marzo de 2007
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